viernes, 11 de noviembre de 2011

Si la noche es perfecta y la luna me inspira.


Todas estas noches me he deleitado con la belleza de la luna y la oscuridad inmensa e infinita del cielo oscuro, el aire es fresco y a la vez suave; el canto armonioso de los árboles que me hace suspirar de lo lindo que es. El canto de los grillitos van acompañando el tintineo constante de las estrellas buenas y milagrosas.

La luna es perfecta redonda y brillante, preciosa, maravillosa e hipnotizante, la miro desde mi ventana y no me canso de mirarla por que es perfecta es un equilibrio y es mujer. Con la luna de testigo he dejado que mis pensamientos vuelen hacia arriba al infinito y me llegué en la mirada fugaz de la luna una respuesta a las preguntas que no le tengo respuesta.

El viento es suave y delicado que me abraza, y me hace cosquillas suaves en mi cuerpo que me hace sonreír, me hace pensar cosas en esa noche intensa e infinita pero a que la a vez nos conoce a todos cuando nos observa en el caminar.

Las estrellas pequeñas ante el cielo pero gigantes en el interior y al verla siento que me saludan y creo que hay alguien que las observa conmigo en algún lado de esta gran ciudad. Las estrellas me lo cuentan todo con solo mirar me dejan mensajes de los seres humanos que sueñan, sienten y aman.

La noche me regala una sonrisita y me inspira ya que me empiezo a perder en el manto negro y difuso, que me gusta, ya que la oscuridad nos invita a hacer parte de ese cosmo infinito y grande, solamente hay que tirarse a esa oscuridad y no pensarlo tanto por que si no perdemos la armonía de nosotros.

Me gusta abrir la ventana y encontrarme con todas las cosas bellas del cielo, de la naturaleza de lo desconocido ya que renuevo esa energía que me da ese infinito. Quiero perderme pero ya no tengo miedo en perderme, de hecho es una manera de poder liberar esas emociones que no las demuestro pero que solo la noche las demuestro.

Sería bonito compartir ese misterio universal y cósmico.

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