Hoy me pasó un momento muy lindo mientra salí de yoga me senté en el bandejón a mirar el cielo estaba solita, y derepente se me acercó un perro me olió, lo miré, me dió un beso en la mano y se acurrucó en mí. De ahí nos quedamos mirando el cielo y las estrellas; fué mágico el momento con ese perro espacial. Como que me conecté con su búsqueda y nos volvimos espectadores de los misterios de esa noche.
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