jueves, 2 de febrero de 2012

La princesa


Había una vez una princesa que era muy felíz vivía en un castillo muy lindo, tenía a su familia perfecta y todo el mundo la hacía sonreír; todos sus días eran bellos lleno de colores, lleno de poemas, atardecere en los jardínes en un columpio y en las noches salía a caminar a las lagunas del reino y ver las estrellas. Su reino era precioso, todo la querían y todos los habitantes eran buenas personas a la princesa no le faltaba nada lo tenía todo.

Hasta que un día la princesa creció y la mente se le lleno de interrogantes y pensó que habrá más allá del reino que vivía, habría jardines tan bellos como los de su reino, había estrellas más grandes?; la curiosidad la mataba. Pero dejó que el tiempo siguiera tal cual ya que era bonito su lugar y ahí se quedó esperando y mirando. De todos modos su reino era bonito, no había maldad, no había penas que contar.

Un día la princesa caminaba por una laguna y se encontró con un anciana que estaba sentada mirando la laguna y le preguntó que miraba tanto a lo que la anciana le dijo contemplo lo pequeño de esta laguna; y la princesa se enojó cómo- esta laguna es muy grande, que cosas dices. La anciana le dijo si tu vas al otro lado del reino encontrarás una laguna gigante y en ella el agua es color turquesa y está rodeado de rosas, hay unas montañas gigantes, está lleno de mariposas y en las noches las estrellas son inmensas, le dijo la anciana.

Pero cómo? si en mi reino está todo eso como puede haber un lugar más bello que este?, la anciana le dijo tienes que ir a conocerlo, te gustaría mucho... La princesa pensativa le dijo pero yo no puedo ir hacía el otro lado del reino la gente acá me quiere, tengo un reino y espero al príncipe que va a venir por mí; si me voy pierdo todo y nunca seré reina, nunca más podré jugar en los jardínes y el príncipe nunca llegará, se irá. A lo que la anciana le dijo pero no quieres conocer ese lugar tan lindo, es cosa de atreverse; anda princesa no te arrepentirás es parte del destino.

La princesa después de ese día se quedó meses y meses pensando en dejar su vida, en renunciar al amor, en renunciar a sus jardínes; pero tenía miedo a todo al fracaso, al no tener nada seguro, al sufrir; si en este lugar no le faltaba nada, lo tenía todo y su vida estaba toda escrita en los libros que leía.

Una noche hizo sus maletas en la que llevó un libro de poemas, una foto de su reino y un cuaderno en blanco, tomó sus cosas y se largó dejando su corona en la cama y cartas para sus papás, para el reino y para el príncipe y se fué ese día de noche en medio de un viento tremendo y así lo dejó todo con lágrimas se fué pero también con una esperanza de saber del otro lado del reino.

Cada día del viaje se le apretaba el corazón, se agarraba del libro y se ponía a leer para olvidarse de la pena y de dejar su reino amado y ya nunca volver a ser reina por ir a buscar la belleza del otro reino, ya poco le quedaba de los recuerdos ya creo que se le había olvidado alguna vez que había sido de su vida. Día, noche, sol, lluvias; todos los días eran diferentes y eran días de nunca acabar, y dicen las malas lenguas que se perdió en un bosque y ahí está todavía intentando llegar al otro lado del reino, que come de vez en cuando, que pasa días durmiendo, que habla con las plantas ya se perdió :(.

La princesa sigue caminando y buscando el otro horizonte en el camino se ha encontrado con tantas cosas que nunca le enseñaron en el reino, aprendió a ganarse la vida y aprendió a caerse, aprendió a callar; pero aún sigue el viaje y seguir si en el fondo ya partió y no hay para retroceder, aunque a veces se le vienen los recuerdos y ahí ella se sienta, el príncipe, su reino, sus amigos, sus fiestas, su vida ya no hay nada ahora tiene un bosque gigante, tiene una maleta y unas cuantas monedas para el viaje. continuará ...:)

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