Había una vez, un día muy frío y un viento que amenazaba con ser una tempestad entonces la mujer conversaba con sus amigas en la calle, fumándose su cigarro; comentaba cosas y se reía; entonces algo que le pasa esta mujer que sintió un escalofrío en la espalda y de repente, siento un empujón que le dolió mucho, como diciendo permiso y me pasó a llevar. De pronto cuando lo ve se da cuenta de su parka y que va con su amigo y en voz alta en el celular conversa "Buena compadre entonces nos juntamos con las minas en el bar entre latas".
La mujer se quedó en silencio mirándolo como se alejaba y diciéndose así misma que fin tenía ese momento y llegó a la conclusión de que solo sentí lástima por él; creo que el recuerda mucho odio, venganza y rencor.
Pero esta mujer, me contó que lo que sentía era al final y después de un proceso largo de pensar y de escribir, de los duelos, de las despedidas; se quedó con los recuerdos lindos y no tenía rencor, tampoco sentía ese odio ni menos el fin de ir hacer daño. Ella me contó que es muy feliz y si esa persona su ex quería demostrar algo que no es, esta bien es su proceso de enfrentar el dolor entendiendo que ir a tomar, las minas y su mundo así va.
Esta mujer solo le quedaron los recuerdos lindos como por ejemplo, el simple hecho de tomarse un café y enseñarle acerca de la política de Chile, hacerle mapitas para que entendiera con mucho cariño y enseñarle matemática para que pasara los ramos.
La gente cuando vive con el odio, el rencor y la venganza no es feliz, solo piensa en que creen que haciendo tal cosa que a uno cree molestarle; las cosas volverán y uno se sentirá mal. Esa pequeña mujercita me dijo me siento feliz, por que si bien puede llegar un amor o también alguna sorpresa en la vida, está soltera y ahora ella solo necesita reír, entrar en su alma de mujer, amarse, besarse y sentirse ella misma.
Una historia. Fin
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