martes, 26 de agosto de 2014

Había una vez

Había una vez una mujer que lucha por sus ideales, intentando hacer una tesis revolucionaria y que constantemente los profesores le ponen malas notas por que no es un sustento teórico educativo; entonces que ocurre que tiene que estar todo el santo día en la Universidad leyendo, dando pruebas, haciendo informes falsos para que le crean que a uno le gusta la educación de hoy.
Ahí va sube, baja las escaleras y haciendo los ramos remediales para ver si entiendo de educación y sus paradigmas, pero insiste esta mujer por una educación popular que sea para todos, pero no, no, por que así no es el marco teórico.
No tengo ganas de escribir algo falso, cuando escribo me sale del corazón y de lo que pienso que está bien. Esta mujer tiene rabia ahí sentada en el patio intentando memorizar de forma conductista todo lo que me preguntan en la sala con otras tres personas más; estoy cansada y chata de que la educación sea tan falsa y no como dice Freire Liberadora.
Quisiera creer que hay una educación popular, en donde no exista jerarquía, en donde los niños y adultos puedan aprender de todo y con calidad, sin notas, sin retar, sin angustia
Quisiera demostrar que si se puede crear una educación basada en el amor, respeto del cuerpo y del corazón.
Esta mujer, escribe para cambiar el mundo y llenar de saberes a niños/as; me cuesta hacer una tesis correcta.

Y si se escribe del corazón, desde la ilusión, desde la utopía?


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