jueves, 24 de julio de 2014

Observar

Me puse a mirar el atardecer y nada puede pagar ver como las nubes van cubriendo el sol y mientras el sol intenta con más fuerza alumbrar y su color rojizo intenso avisa que quiere irse, abandonarme; entonces sentí un viento tan rico que era como la sensación de que alguien soplaba para mi, como queriendo acariciar.

Tomaba mi mate y empecé a soñar, como será el amanecer desde otras ventanas; ya que en mi pieza es hermoso pero me imagino que en otros lugares debe verse más hermoso, me acordé de algo que decía mi abuelita... "pongámonos en el solcito a conversar..."

Me senté en la pura alegría a contemplar el cielo y el sol, son momentos inexplicables es como querer agarrar con tus manos, cosas de la naturaleza, es algo que no se describe en la literatura solo se puede vivir para entenderlo. Jamás voy a entender como la gente disfruta de encerrarse en un mall o en una oficina sin vivir la vida, contemplando lo material, no lo comprendo y no tiene sentido.
Nunca comprenderé a la gente que no les gusta observar la naturaleza, sentir el viento, tocar la tierra, ponerse contenta con una flor en medio de un campo, nunca jamás voy a comprender por que la gente se identifica con el materialismo de una televisión, de un celular...

Tal vez es por que poca gente abre los ojos a la realidad o tal vez simplemente en mi experiencia de la nada en que uno queda en momentos difíciles ya se te hace hasta feliz el contemplar.

Vivamos más con la naturaleza, con el latir de un corazón, con un suspiro...

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