Mientas venía devuelta de terminar de hacerle clases a vicente, me bajé en una calle por Santiago centro que se llamaba Compañía ya que la micro iba muy lenta y preferí caminar hacia el metro antes que esperar llegar más tarde y me bajé en un callejón sin saber donde estaba creo que yo solo voy por la vida si es por caminar. Empiezo a mirar gente y me llamó la atención un tipo con un piano, otros leyendo en círculo, otros riéndose y de ahí me doy cuenta esta calle es tan para mí, ojalá pueda un día sentarme acá de ahí sigo mirándo y me dí cuenta que había una placa en el edificio del callejón y decía "Facultad de artes U. Chile".
Miré contemplándo algo que no podía ser que era llegar por inercia a un lugar que yo desconocía y que el mismo corazón me llevará hacia allá. Seguí caminando con el corazón apretado y una mochila llena de sueños...
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