Cuando voy a mi experiencia laboral voy contenta con mi corazón lleno de amor y alegría saber que desde la ventana del jardín los niños me miran y me saludan con sus manitos, cuando llego hola tía, mira, mira mis guantes mágicos!!! ohhh son preciosos tus guantes mágicos... Tía hagamos una pista para los autos!!! Tía mira estoy haciendo un castillo!
Que alegría me da ver sus caritas alegres jugando y pintando en las mañanas, que feliz es poder abrazarlos y otorgarles amor, que alegría escuchar mi nombre en esos niños tan pequeños. Todo el esfuerzo que hice para que se portaran bien, las palabras malas ya no tienen que estar ellos son buenos, ellos son niños.
Ya me queda muy poquito en mi experiencia laboral y la pena me llena, las lágrimas como que se me caen saber que ya no volvere a darles la leche, a enseñarles, a hacerlos dormir... Como que la pena me viene y empiezo a recordar como me costo llegar a cada corazón de cada niño, como tuve que entenderlos y buscar ese mundo de ellos, como tuve que invitarlos a jugar conmigo...
El jueves le dije a Vicentito cuando vuelva de nuevo la otra semana te traeré una cajita mágica pero me prometes que te portarás bien y vas hacer caso a las tías; esta cajita trae polvos mágicos muy misteriosos =)... Empecé a recordar que al estudiar educación mi meta es que los niños vuelen como pájaros, lejos muy lejos y toquen las estrellas, por que la infancia es la etapa más linda del ser humano; la magia esta en sus corazones... No quiero decir adios :/
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