el mejor remedio para vivir bien.

Cuando tuve el accidente de la pierna, llegué al hospital posta central creo que así es el nombre y en el trayecto me di cuenta que había demasiada gente en los pasillos quejándose de puras estupideces que en verdad no eran una emergencia tan terrible como para estar en ese hospital quitándole el turno a pacientes que vienen con paros respiratorios u accidente automovilísticos.
Creo que hoy en día las personas son muy quejumbrosas en todos los aspectos; que no tengo plata, que me duele un dedo, que el destino es así conmigo, que mi pololo se enojó, que no me miró en fin si pudiera seguir con la lista no término. Hasta yo caigo en el jueguito de no ser feliz por que siempre me hacen falta cosas para completar mi felicidad.
Pero onda en el trayecto ahi en la camilla mientras esperaba al traumatólogo me di cuenta que la vida es mucho más linda y buena con uno como uno la compone dentro de su perspectiva mental. Creo que al darme cuenta en la camilla que una vieja reclamaba como loca que le dolía la mano y seguía con la tonterita de reclamar; me dió la impresión que la gente no es que no quiera ser feliz lo que pasa que es mañosa y reclamona por pequeñeces que se pueden solucionar con paciencia.
Así creo que la gente que no se permite ser feliz tendrá una vida bastante miserable si no se lo permite "ser felíz", ahí en la camilla me dí cuenta que la vida es más que pasar sentada viendo como las cosas cambian y hay gente que para todo tiene que lamentarse; como es el caso de una conocida de la Universidad que para hacer un puto informe tenía mil escusas para decirme que no podía ni tenía ganas de trabajar con el grupo. cito textual "no puedo por que tengo que trabajar y además tengo otros compromisos fuera de la universidad", "yo no tengo tu vida".
En todo caso cuando ya me pusieron el yeso entendí que ser felíz no lo hacen los grandes regalos ni menos el dinero, lo que a uno lo hace felíz son cosas tan pequeñas que muchas veces no tienen valor. Como por ejemplo disfrutar la brisa del mar, decirle te quiero mucho a una amiga, estar con la pareja en la casa almorzando. Eso señores es ser felíz lo mínimo y no tiene precio, así pues la vida puede ser dura con uno como la muerte de un ser querido o que muchas veces no logremos las metas propuestas pero así y todo son lecciones que la vida nos dá para crecer y no para mal si no para ser una buena persona.