viernes, 4 de octubre de 2013

Yo quiero crecer

Lo lindo del teatro es que partimos como desconocidos y terminamos siendo una familia. Es complejo no llenar las semanas con sus gritos, risas y la maravillosa obra. Gran parte también de mi experiencia se la debo al director Iván por que el confío en mí y darme la oportunidad. Si bien aún no soy alumna de teatro de la  Universidad de Chile, pude entrar y participar como toda una estudiante de actuación, sentarme al seminario y lo más lindo revisar la malla del primer año y ver lo maravilloso de su estructura de ramos.

Que bello el futuro que yo decidí ser, que bello lo que anhelo expresar; las lágrimas valen la pena, los años valen la pena los dos años de preparación para ingresar a la escuela de teatro lo valen cada día, cada gota de sudor, mis moretones  y torcidas de pie en el ejercicio lo valen, se justifica. Todo lo que sea necesario lo haré, estudiaré, leeré y corregiré hasta el cansancio todo por mi sueño, por que si bien los destinos pueden ser impredecibles, oscuros y llenos de nostalgia... No vale la pena no hacer las cosas, solo sé que debemos seguir en las condiciones que estemos y avanzar, avanzar y avanzar para ser felices no hay de por medio una calidad de vida, una seguridad de tener algo, no queda nada; solo me queda mi esperanza y yo que más temprano que tarde todos llegamos al puerto de la felicidad, aunque siga pensando que ya lo estoy he llegado a mi puerto tengo muchas cosas que agradecer, como por ejemplo el reunirse a rezar antes de una obra para que salga maravillosa eso se llama actuar y esto vale la pena en la vida

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